Después de la renuncia de Evita a la candidatura Perón- Perón que tanto pedían los trabajadores para ella, el 31 de agosto de 1951, cuando anunció por radio del Estado que no iba a aceptar la propuesta de la CGT de integrar el binomio junto a Perón para las próximas elecciones, ella misma insistió al Dr. Quijano que aceptara la candidatura a la vicepresidencia.
El 3 de noviembre se anunció que Evita sería sometida a un tratamiento quirúrgico para lo cual la habían internado en el Policlínico Presidente Perón de Avellaneda, dirigido por el Dr. Finochietto. El 5 de noviembre fue operada sin demasiadas esperanzas de recuperación. Su estado era grave pero lo único que pedía era poder votar.
El 9 de noviembre, el Congreso la autorizó a votar en su lecho de enferma. Dicen que un joven David Viñas era el fiscal general que se ocupó de acercarle la urna a la cama
el 11 de noviembre a las 11.15. Evita pudo emitir su sufragio por primera y única vez. En esta elección las mujeres podían elegir y ser elegidas. La ley 13010 permitía el voto de las 500.000 mujeres que estaban en condiciones de emitirlo y también ocupaban lugares en las listas para ser diputadas, senadoras electas.
El Partido Peronista con la fórmula Perón Quijano ganó con el 66,5% de los votos contra un total de 33% de la Unión Cívica Radical.
La importancia que tiene la elección de 1951 es el aporte de los derechos electorales a las mujeres, que las incorporó al Congreso con 31 representantes que ocuparon las bancas del Parlamento. Ese tremendo triunfo fue, de algún modo, opacado por el avance de la enfermedad que en pocos meses terminaría con la vida de Evita.
Recordamos con el orgullo , no sólo de un triunfo electoral contundente sino también el ingreso de las mujeres al Congreso.