Después de lo que quedó en la historia argentina como “El Renunciamiento histórico”, cuando Evita anunció por radio que no iba a aceptar la propuesta de la CGT de integrar el binomio junto a Perón para las próximas elecciones nacionales, se precipitó un empeoramiento de su salud. Antes, ella misma insistió al Dr. Quijano que aceptara la candidatura a la vicepresidencia.
El 3 de noviembre se anunció que Evita sería sometida a un tratamiento quirúrgico para lo cual la habían internado en el Policlínico Presidente Perón de Avellaneda, dirigido por el Dr. Finochietto. El 5 de noviembre fue operada sin demasiadas esperanzas de recuperación. Su estado era grave, pero lo único que pedía era poder votar. El 9 de noviembre, el Congreso la autorizó a votar en su lecho de enferma.
El 11 de noviembre a las 11.15 le acercaron una urna al Hospital y Evita pudo emitir su sufragio por primera vez. En esta elección las mujeres podían elegir y ser elegidas.
El Partido Peronista con la fórmula Perón Quijano ganó con el 66,5% de los votos contra un total de 33% de la Unión Cívica Radical.
La importancia que tiene la elección de 1951 es el aporte de los derechos electorales a las mujeres, que las incorporó al Congreso con 31 representantes que por primera vez ocuparon las bancas del Parlamento. Ese tremendo triunfo fue, de algún modo, opacado por el avance de la enfermedad que en pocos meses terminaría con la vida de Evita.
A 70 años de estos hechos históricos, los recordamos con el orgullo, no sólo de un triunfo electoral contundente sino también por el ingreso de las mujeres al Congreso.