Patriota rioplatense, participó en la reconquista de Buenos Aires, invadida por los ingleses y en la defensa de Montevideo bajo el mando de Liniers.
Cuando el gobernador de Montevideo fue nombrado “Virrey del Río de la Plata” en 1811 y la Junta de Buenos Aires le declaró la guerra desconociendo su autoridad sobre nosotros, Artigas se puso a órdenes del gobierno porteño y organizó el levantamiento de la Banda Oriental contra los españoles, preparando a los gauchos de Asencio Grande. Esa lucha por la libertad se recuerda para siempre como “El grito de Asencio”.
A medida que iba recuperando lugares, entregaba tierras y ganado a los paisanos que no tenían nada y llegó a sitiar Montevideo que estaba sostenido por la Corona española y la portuguesa que avanzaba desde Brasil.
El pueblo oriental buscaba su protección y familias enteras se cruzaban a Entre Ríos, a Ayui, al sur de Concordia. “La redota” es el nombre que se le dio a ese verdadero éxodo de los orientales que demostraba el respeto y la admiración de la población de la Banda Oriental por Artigas.
En 1813, las Provincias Unidas del Río de la Plata aún no habían declarado la independencia y se iba a llamar a una Asamblea para hacerlo. En el campamento de Artigas se eligieron los diputados orientales que concurrirían con un mandato: declaración de la independencia, libertad civil y religiosa, igualdad ante la ley, respeto a las autonomías provinciales y establecimiento de la Capital fuera de Buenos Aires. Cuando llegaron los diputados orientales, fueron desconocidos por la Asamblea: Artigas había sido visto como peligroso por la clase dominante de Buenos Aires a raiz de la entrega de tierras y ganado. Además, la Independencia exigida por San Martín, G¨uemes y Belgrano se demoraba porque Carlos de Alvear, presidente de la Asamblea, pensaba que Inglaterra era una posible alternativa a la dependencia de España.
Artigas rompió con Buenos Aires y reunió el “Congreso de Oriente” junto a Santa Fe, Córdoba, Corrientes, Entre Ríos y Misiones. El Congreso sancionó un Reglamento de Tierras que adjudicaba tierras a los charrúas.
Estas mismas provincias, perjudicadas por el puerto de Buenos Aires, formaron la “Liga de los Pueblos Libres” y Artigas fue nombrado “Protector”: eran los pueblos del Litoral que se levantaban contra el centralismo de Buenos Aires, enarbolando una bandera atravesada por una franja roja. Durante dos años defendieron Montevideo de la invasión portuguesa hasta que fueron vencidos.
Artigas siguió luchando contra los portugueses solo, sin el apoyo de Montevideo y sin el de Buenos Aires. Vencido en julio de 1820, buscó asilo en Paraguay en donde el gobierno le dio una pequeña parcela de tierra que cultivaba y repartía entre los indios que le llamaban “Careí Maragatú” que significaba “Padre de los pobres”.
Allí murió treinta años después. Dicen que pedía que le acercaran su caballo Moro para no morir en una cama.
José Gervasio Artigas, caudillo federal, patriota que puso su espada sin concesiones, fue uno de los primeros en escribir nuestra historia: la de nuestros pueblos sudamericanos luchando por la justicia social, la independencia económica y la soberanía política.
JOSÉ GERVASIO ARTIGAS: NO LO OLVIDAMOS.
LORENZO A. PEPE
Diputado de la Nación (m.c)
Secretario General
Ad-Honorem