En 1845, 22 buques de guerra de la marina anglofrancesa, una de las más poderosas de la época, se dirigían hacia nuestro país, en ese entonces gobernado por Juan Manuel de Rosas, para atacarla e intentar la expansión de sus mercados, logrando la libre navegación del Río Paraná.
Juan Manuel de Rosas ordenó al general Lucio Mansilla defender el territorio nacional.
Los buques enemigos venían provistos de 3000 tripulantes, 880 soldados profesionales y 418 cañones, que se enfrentaron en superioridad de condiciones a nuestros patriotas, que sólo tenían para defenderse sus bayonetas.
El 20 de noviembre de 1845, en una lucha desigual, se desafiaron ambos ejércitos en la Vuelta de Obligado. Nuestras tropas encadenaron el río y lograron resistir durante ocho horas de combate, pero finalmente fueron derrotadas por la supremacía del enemigo.
Doscientos cincuenta patriotas dejaron la vida defendiendo la soberanía argentina, y otros 400 quedaron heridos. Sin embargo, tal derrota se convirtió en un triunfo moral, ya que el desembarco enemigo encontró la resistencia popular y las potencias debieron aceptar las condiciones impuestas por la Argentina.
La ley Nº 20770, que ha instaurado el día 20 de noviembre como Día de la Soberanía Nacional, con el fin de conmemorar la epopeya histórica de la Batalla de Vuelta de Obligado, recuerda que nuestra soberanía se sostuvo con valor, heroísmo y patriotismo.
LORENZO A. PEPE
Diputado de la Nación (m.c)
Secretario General
Ad-Honorem