El 23 de agosto de 1947, Evita regresa de su viaje por Europa, en una gira que incluía a España, Italia, Portugal, Francia y Suiza. Había llegado a Madrid el 8 de junio y fue recibida por una multitud agradecida con el gobierno argentino por su ayuda económica en un momento crítico para la Europa de la posguerra. En Italia fue recibida por el Papa en una audiencia privada y, en Francia, por el presidente francés Vincent Auriol, donde entre otras actividades se trató el acuerdo comercial entre Argentina y Francia.