El 24 de febrero de 1947, con motivo de cumplirse el primer aniversario de los comicios que le dieron el triunfo al general Perón, el presidente de la República da a conocer en el teatro Colón la Declaración de los Derechos del Trabajador: “Los derechos naturales del hombre, originados en su trabajo, surgen del simple análisis de sus necesidades y de las necesidades de la comunidad. Dentro de nuestro orden interno hemos creado los Derechos del Trabajador, y es incomprensible cómo algunos piensan que son dedicados a los obreros o a los operarios de cualquier naturaleza, pues esos derechos comprenden a todos, desde el presidente de la República hasta el último ciudadano, y desde el más poderoso capitalista hasta el más pobre de nuestros artesanos”.