La comercialización de la producción agropecuaria, tradicionalmente era realizada por una red de acopiadores y consorcios exportadores que, en su mayoría, eran extranjeros.
La creación del IAPI fue la expresión más audaz de la transformación en la economía del país y significó prácticamente la nacionalización del comercio exterior.
El IAPI, dependiente del Banco Central a cargo de Miguel Miranda, sustituyó a los acopiadores y consorcios exportadores, comprando a los productores a un precio fijado, carnes, sebo, cereales, cueros y oleaginosas, y negociando la venta con el comprador externo.
Paralelamente, el fomento de las Cooperativas permitió a los productores agrarios empezar a organizarse.
El gobierno del general Perón establecía asi un monopolio de venta que lograba imponer precios en el exterior nunca antes obtenidos. Al mismo tiempo, derivaba los beneficios de estas operaciones a la compra de materias primas esenciales y bienes de capital con lo que transfería ingresos del sector agropecuario a la pujante industrialización.
De esta manera, los ingresos del sector agropecuario se transferían a la industria.
- El crédito agrario pasó de 400 millones de pesos en 1945 a 2.900 millones en 1951.
- La ayuda crediticia a las Cooperativas durante los primeros cinco años alcanzó la
suma de 1.000 millones de pesos. - Desde 1947 hasta 1951 se gastaron 20 millones de pesos en la creación de
escuelas de enseñanza agrícola. - Desde 1946 a 1951, el Banco de la Nación otorgó créditos para forestación por
41.330.000 pesos. - La producción de plantas de forestación pasó de 3.140.000 a 11.330.000.
La creación del IAPI fue el principio de una Argentina pujante.