El 4 de mayo de 1950, se lleva a cabo la Asamblea Nacional de Mujeres, donde Eva Perón acepta la presidencia del Movimiento Peronista Femenino con las siguientes palabras: “Al aceptar de la Asamblea Nacional de Mujeres la inmensa responsabilidad de presidir este movimiento, lo hice porque pretendía, y pretendo, tratar de unir a todas las mujeres peronistas, y canalizar esa fuerza extraordinaria del peronismo por el camino de las fuentes creadoras, dignificadoras y grandiosas por el sentido patriótico de la Doctrina Peronista”.