El pasado 19 de abril en horas de la tarde fue comunicada la triste noticia del fallecimiento de la señora Ofelia Wilhelm, quien fuera madre de la ex presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner.
Una típica mujer trabajadora de Tolosa, Ofelia había nacido el 10 de mayo de 1929, estaba por cumplir sus 90 años el mes próximo, pero una enfermedad que la asediaba hacía tiempo le impidió el festejo. Estaba internada desde el mes de diciembre del año pasado en el Hospital Italiano de la ciudad de La Plata.
Esta mujer que acaba de morir no llamó la atención ni usufructuó de ser la madre de una Presidenta ni la suegra de un Presidente. A pesar de los cargos ocupados por su hija y su yerno, siguió viviendo en su casa de Tolosa, siguió yendo, mientras pudo a ver los partidos del equipo de sus amores, Gimnasia y Esgrima de La Plata, cada domingo. Dicen que llamaba al Director Técnico para hacerle sugerencias de las jugadas y muchas veces, fotógrafos de los medios, le robaron fotos con la camiseta del Lobo puesta, sentada en la tribuna.
Siendo joven, había trabajado en la Dirección General de Rentas y llegó a ser Secretaria General de AERI, la Asociación de Empleados de Rentas e Inmobiliarios. Fue capaz de representar a los trabajadores de su rama y eso habla de su carácter: la vemos retratada muy pocas veces, al lado de Cristina el día de la asunción de la Primera Magistratura de la Nación, con sus nietos, en la cancha… siempre con un gesto fuerte, de gran energía y firmeza.
Los que la conocieron dicen que fue una mujer de grandes convicciones, es la mujer que dio vida y crió a Cristina, mujer valiente, con coraje, fuerza y determinación. Suponemos que mucho de Ofelia seguirá viviendo en su hija.
En referencia la ex Presidenta, acompañó a su madre, Ofelia, hasta último momento y después partió para Cuba, en donde debe ser tan necesaria para su hija Florencia que padece una neuropatía desmielinizante, quizás como consecuencia postraumática de tanto hostigamiento. Cristina afronta momentos difíciles: superar la ausencia definitiva de su madre y la enfermedad de su hija, dos tremendos golpes que, esperamos, pueda llevar adelante con la determinación que la caracteriza.
Ayer, Ofelia, donde sea que haya estado, debe haber tenido una inmensa alegría: los triperos dieron vuelta un partido frente a Newell’s, ganando con un tres a uno impecable. Habrá estado cantando los goles.
Desde este Instituto enviamos nuestras condolencias a Cristina, su hermana, a sus hijos Máximo y Florencia por esta pérdida tan grande.
Q.E.P.D.