Irma Roy nació en Buenos Aires el 10 de junio de 1932. Estudió en el Conservatorio Nacional de Arte Escénico.y debutó como actriz en 1940. En 1950 realizó su primera aparición cinematográfica con los Cinco Grandes del Buen Humor. A partir de ese momento, su presencia en cine, teatro y televisión hizo que formara parte de las familias argentinas. Logró la popularidad al protagonizar la novela Simplemente María en 1960.
Viuda de Eduardo Cuitiño, actor, guionista y director de cine y teatro, se casó con el periodista Osvaldo Papaleo.
Cuando se produjo el golpe de Estado de marzo de 1976, su esposo estuvo detenido en el barco hasta noviembre y, después de liberarlo, lo secuestraron llevándolo de su casa. Irma Roy, presente durante el allanamiento, pudo reconocer al comisario Miguel Etchecolatz que comandaba la patota. Recorrió regimientos y comisarías buscando a su esposo. Contaba que con ayuda de unos amigos, logró una entrevista con el general Viola al que le planteó que necesitaba saber si su marido estaba vivo o muerto y él le dijo “voy a tratar de averiguarle pero yo no llamo porque es una vuelta más de tortura”. Finalmente lo soltaron y le dijeron que se fuera así que Papaleo partió exilado a Brasil.
Durante siete años (a ella le gustaba decir “ocho temporadas”), estuvo proscripta y no le permitieron trabajar. Tenía una hija de seis años que mantener y la vida se le hizo muy difícil.
Con el retorno de la democracia, Irma fue Legisladora en la Legislatura de la Ciudad. En el año 2000 fue candidata a Jefa de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. También representó a la Capital como Diputada Nacional por el Partido Justicialista. Fue presidenta de la Comisión de Cultura y vocal de las Comisiones de \»Defensa del Consumidor\», \»Análisis y Seguimiento de las Normas Tributarias y Previsionales\» y de la \»Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia\». Desde el PJ fue una de las impulsoras de la ley de cupo femenino; también estuvo comprometida con la ley de adopción y la creación de la ley de violencia familiar.
Cuando fue creada la Comisión Permanente Nacional de Homenaje al Tte. Gral. Juan Domingo Perón, en 1994 cuando iban a cumplirse veinte años de la muerte del General, Irma fue convocada para integrar la Comisión de la cual dependió nuestro Instituto.
Peronista de ley, perseguida durante las dictaduras militares, mujer alegre y conversadora, valiente en la adversidad, hoy nos dejó aunque no definitivamente ya que, no sólo la volveremos a ver en sus películas y sus programas de televisión sino que la recordaremos como a una gran Compañera.
Enviamos desde aquí nuestras condolencias y nuestro pesar a su hija Carolina.
Pedimos el último aplauso para Irma Roy
Comisión Nacional
Permanente de Homenaje
al Teniente General
Juan D. Perón