Jóvenes argentinos:
Reverenciamos hoy a los hombres de Mayo. ¿Qué mejor homenaje para ellos que reunir a los muchachos de la Patria, mostrarles las glorias del pasado, exhibirles la acción febril y tumultuosa de los días presentes y señalarles el provenir para el cual ellos mismos deben prepararse? Prepararse para ser dignos de la Nueva Argentina que no se hace con palabras ni con promesas, sino con trabajo, verdad, estudio, tenacidad y sacrificio.
Para que la Nueva Argentina no sea un sueño vago e impreciso, vamos haciendo que en el ámbito de la República triunfen los que trabajan, los que realizan, los que tienen ansias de perfección y de justicia.
El instrumento fundamental, la Constitución Justicialista, está ahora al servicio de todos los argentinos. Con este instrumento se han abierto todas las puertas y están expeditos todos los caminos. Con este estatuto los argentinos que quieran estudiar de verdad, podrán realizar sus esperanzas, porque en la Constitución Justicialista los derechos del trabajo y del estudio están igualmente amparados, porque en esta Constitución se contiene el principio de la fraternidad humana que Dios predicó y está ahora incorporado a la ley de las leyes argentinas.
Muchachas y muchachos: ahora sí el porvenir es de ustedes. ¡Estudien! ¡Trabajen! ¡La Nueva Argentina es de los jóvenes!
Para ustedes mi saludo cordial, mi simpatía, mi afecto, todo mi apoyo y todo mi cariño.
Fuente: Libro «Perón, 1949. Discursos, mensajes, correspondencia y escritos. Partes I», Biblioteca del Congreso de la Nación