El Dr. Ramón Carrillo fue nombrado, en 1946, a cargo de la Secretaría de Salud Pública, que luego obtuvo rango ministerial. Desde allí y durante ocho años, junto a la Fundación Eva Perón, realizó la inconmensurable tarea de transformar la situación sanitaria del país a través de la construcción de hospitales y policlínicos gratuitos; el tren sanitario que recorría el país para ofrecer atención sanitaria y odontológica en los rincones más remotos del país; campañas de vacunación que erradicaron el paludismo, el tifus, la brucelosis, la sífilis y el mal de chagas; creación de una fábrica nacional de medicamentos; etcétera.
Para el Dr. Carrillo la medicina sanitaria “es la rama de la salud pública que tiene por objeto organizar los medios técnicos, jurídicos, científicos, para eliminar y destruir los gérmenes patógenos para impedir así la contaminación del hombre directa o indirectamente, protegiéndolo de las contingencias o injurias del medio ambiente”.
Para el autor, la Medicina Social es una rama de la Salud Pública que impulsa organizar la lucha contra los factores indirectos de la enfermedad y la mortalidad; luchar contra sus consecuencias, las enfermedades crónicas invalidantes; y asegurar en lo posible la prolongación de la vida útil del hombre.